La excanciller alemana, Ángela Merkel, defendió su política de fuerte dependencia de Alemania de las importaciones de energía de Rusia durante su mandato, afirmando que fue la decisión correcta en ese momento.
"Para el período de transición, necesitábamos gas de Rusia para que algún día pudieran cambiar a formas de energía libres de dióxido de carbono", dijo Ángela Merkel.
Explicó que en el momento en que estuvo al frente del gobierno alemán, confiar en el gas ruso parecía la solución más lógica. "Desde el punto de vista de la época, era racional y se explicaba por sí mismo comprar gas de Rusia a través del gasoducto en lugar de importar costoso gas licuado de otras partes del mundo como Arabia Saudita, Qatar o Estados Unidos", dijo Merkel.
Dijo añadiendo que "el hombre actúa según el tiempo en que vive".
En particular, señaló que en el momento en que Alemania tomó la decisión de cerrar paulatinamente las centrales nucleares y de carbón, se necesitaba un reemplazo de estas fuentes de energía.
La excanciller alemana, que estuvo al frente del gobierno alemán durante más de 16 años, explicó que Rusia, es decir, la Unión Soviética, fue un socio confiable incluso durante la Guerra Fría en lo que respecta al suministro de energía.
"No creo en la doctrina del 'cambio a través del comercio', pero sí creo que los contactos pueden fortalecerse a través del comercio. Y por eso hoy no me arrepiento de las decisiones de entonces, pero creo que fueron correctas desde la perspectiva de entonces", dijo Merkel en Lisboa en un encuentro organizado por la Fundación Gulbenkian.
Debido al ataque ruso a Ucrania y la interrupción del suministro de gas desde Rusia, Alemania recurrió al gas licuado importado y aceleró la construcción de una terminal de GNL en el norte del país. A pesar de la interrupción total de las entregas desde Rusia, el gobierno alemán anunció el viernes que los tanques de gasolina están llenos en un 95 por ciento, hasta unos días antes de la fecha límite anunciada del 1 de noviembre.
Por. Edvards Mercado.
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