Muchos festejan la importante reunión que tendrá el señor presidente de Colombia con los delegados del gobierno Biden, pero no han dimensionado el por qué se agudizo la crisis de violencia que viven muchas regiones donde mueren líderes sociales, ambientalistas y defensores de derechos humanos asesinándolos y despojándolos de sus tierras, y muchos no han entendido que esta guerra tiene un socio que acompañado de las elites del país han llevado al caos a nuestra sociedad por décadas, sin embargo los medios de comunicación oficiales no lo dicen distraen con el cuento del TLC, la extradición. El tema es importante, pero comparado con el derramamiento de sangre de los colombianos es menor.
El gobierno de Gustavo Petro no la tiene del todo fácil, porque encuentra una serie de pactos y acuerdos con los Estados Unidos que no todos son negociables a beneficio de los colombianos.
Sabemos que el presidente Gustavo Petro tiene buenas intenciones por cambiar esa política de muerte en la que hemos vivido, que será el gobierno de la ‘paz grande’ y tiene que exigirle a Washington que lo deje trabajar por el bienestar de todos los colombianos.
El presidente gobernara para la gente, pero para Washington su prioridad es beneficiar los inversores estadounidenses.
Los desplazamientos en Colombia tienen un origen, la complicidad de las elites del país con las multinacionales que se han aprovechado de nuestro tesoro natural.
En esa conversación que tendrá el presidente de Colombia con delegados del gobierno Biden. El Dr. Gustavo Petro, debería preguntarle a los enviados de Washington como frenar las masacres y desplazamientos de líderes sociales, indígenas, campesinos y afrocolombianos del sur de Colombia; donde está concentrada la mayor expansión de tierras, que hoy es utilizada por las multinacionales e inversionistas, latifundistas, narcotraficantes y políticos que se aprovechan de nuestros recursos naturales, destruyendo y deforestando la amazonia una de las mayores biodiversidades del planeta y porque no, la más rica.
Lugar que han tomado como propio las élites de gobiernos anteriores para que allí se desarrollen los mayores cultivos de hoja de coca y se violen sistemáticamente los derechos humanos de campesinos despojados de sus tierras.
234,000 hectáreas de cultivos de hoja de coca, que dejaron crecer con los patrocinios de Estados Unidos, narcotraficantes y políticos, que convirtieron a Colombia en un Narco Estado. La extracción de petróleo, carbón y otros recursos naturales, ganadería extensiva etc.
Pregúntele si las bases militares gringas estacionadas en esas zonas del país pueden llevar riqueza y poner a trabajar al campesinado en vez de miseria, que no patrocinen narcoterroristas, grupos paramilitares, que no ayuden a infiltrar las manifestaciones y a generar el caos social para justificar la venta de armas, que no se fumiguen los cultivos ilícitos con glifosato, pregúntele si van a permitir hacer una reforma agraria que garantice alimentos para los colombianos y para el mundo, ya que ha sido una política histórica de Washington de expulsar a los campesinos de sus tierras para beneficiar a los inversionistas extranjeros con apoyo de las elites colombianas.
Colombia, el país que más fumiga con glifosato, con la compra patrocina compañías americanas cuyos dueños son exmilitares estadounidenses contratados por el pentágono, destruyendo la vida humana, envenenan la tierra, muere la gente de diferentes problemas de salud y el desplazamiento dejando victimas dispersas en las grandes ciudades padeciendo enfermedades y vejámenes.
En Colombia, los líderes sociales, defensores del medio ambiente, defensores de derechos humanos, entre otros, viven bajo la amenaza constante, asesinatos, desplazamientos, finalmente en el exilio.
Estos actos son los que han hecho ver a Colombia como uno de los países más violentos del mundo, sin embargo, el pueblo trabajador resiste, y nadie acompaña.
De dicha reunión seamos optimista, se ajustarán algunos acuerdos económicos y apoyos a la Paz, todo está consumado por gobiernos pasados y a Washington no le interesa lo que viven los colombianos, porque saben que la verdad esta velada por la ignorancia intencional que es la que contribuye a todos estos crímenes y pobreza.
Colita: ojalá negociara la extradición de Álvaro Uribe y todos sus secuaces, presidente no le de mucha confianza a los gringos que ellos son campeones en tumbar gobiernos progresistas.
Por. Edvars Mercado.
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