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POLITICA Y SOBERBIA

El pueblo, pidiendo cambio en las calles, exige reivindicación de sus derechos, que han sido vulnerados por mafias que durante décadas han ostentado el poder en una sociedad desangrada por la violencia, producto de los malos gobiernos que han sido patrocinados por mafias del narcotráfico y que son ellos los que gobiernan para saquear el erario público y destruir la conciencia de los colombianos. En ningún país decente, civilizado o no, jamás se ha visto ni se verá un candidato presidencial que no dé a conocer sus ideas y propuestas al común de la sociedad que cree y quiere representar. La carencia de argumentos sólidos y sus falacias, demuestran cuanta cultura política tiene una sociedad. Sentimos la política como el único momento para desafiarnos vituperando a quienes consideramos opuestos a unas ideas, que bien o mal caigan cuando el pueblo espera soluciones posibles a su forma de vivir; lo constructivo es educar, informar, explicar correctamente y no ser perversos con una cultura que socavan lo mejor de su esencia, manipulándoles el voto, cultura esta que se volvió endémica y de esa forma desfalcar el erario público. La forma de hacer la política hoy no enseña ni educa, destruye el mínimo de conocimiento en política que tiene poca gente en la sociedad; conllevando con esto a seguir violentándonos y amenazándonos por las ínfulas de poder y de soberbia que algunos de los que dicen ser dirigentes de partidos o movimientos políticos, con sus ironías destruyen lo que ya está destruido y envalentonan a la sociedad a armarse y amenazar para utilizar como único medio la defensa de intereses particulares de unos pocos y no del conjunto de la sociedad. Un gran sector del pueblo colombiano es miope y sordo, se ha dejado manosear por estas mafias políticas y no les importa vivir en una sociedad subdesarrollada. El pueblo ve en estos individuos lo superfluo y no dimensionan por falta de educación lo que de verdad necesitamos como sociedad. Colombia requiere de cambios estructurales en todas las áreas de poder: justicia, economía, inversión social, etc. ; la ignorancia pulula y no resiente ser maltratados permanentemente de no tener oportunidades y por el contrario, le gusta ser esclavos y esbirros de quienes masacran y descuartizan las generaciones que piden cambios profundos, porque el hambre no da para más. Hoy tenemos la mejor oportunidad para votar y elegir bien. Reconocer que independientemente de sus ideologías, el pueblo debe permitirse cambiar el modelo de desarrollo económico y pensar en grande como países que maduraron política y colectivamente para hacer sus transformaciones; siendo hoy ejemplo y modelos en el mundo. Por. EDVARDS MERCADO

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