Mientras Trump asume el cargo, es difícil adivinar si sus acciones bajarán la temperatura internacional o la elevarán
- RAZONES TENGO
- 16 ene
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Actualizado: 18 ene

El delincuente convicto, doblemente condenado y corrupto, vuelve a ingresar a la oficina oval el 20 de enero, digo, el electo presidente de Estados Unidos, vuelve a la oficina oval el 20 de enero, un populista lleno de emociones, nada intelectual, lleno de retóricas provocadoras con acento expansionista, utiliza la perplejidad que crea a través de sus declaraciones y acciones aparentemente contradictorias, llamando la atención, intentando lidiar con reglas no escritas y suposiciones tácitas que pueden ser cruciales para determinar el futuro del orden internacional, o es táctica de imprevisibilidad del impredecible Donald Trump. A todo ello, lo espera la incertidumbre en la política interna y el declive hegemónico de Estados Unidos, así como un mundo multipolar empañado por guerras y conflictos devastadores.
Los planes del presidente electo Donald Trump de revivir el imperialismo del siglo XIX, pensando en “expandir" a los Estados Unidos, invadiendo a Groenlandia, retomar el control del Canal de Panamá, renombrando el Golfo de México y convirtiendo a Canadá en el "estado 51", hacen parte de su arrogancia, a través de la diplomacia coercitiva si es posible o la fuerza si es necesario; lo mismo ha repetido una y otra vez que acabará en 24 horas con la guerra entre Rusia y Ucrania, algo extremadamente improbable.
Por otra parte, cómo tomarse en serio sus declaraciones, cuando ha dicho que "todo el infierno estallará en el Medio Oriente", si Hamas no libera los rehenes antes de asumir el cargo, mientras guarda plena complacencia con Israel y calla el genocidio causado al pueblo palestino. Para Trump, poner fin a la guerra de Medio Oriente es una oportunidad de negocio.
El mundo no apoya esa agenda, incluso diría que el pueblo estadounidense esta horrorizado por lo que ha visto, la clase política que normalmente apoya a Israel no sigue esa línea, como tomarse en serio un sistema de gobierno que está empujando y apoyando casi el exterminio de la humanidad.

Entre otras cosas, la supremacía del púlpito matón aceleró un terremoto político en Canadá, con la renuncia del primer ministro Justin Trudeau. Esto asegura que Estados Unidos siga siendo dominante en su propio patio trasero, porque pone en primer lugar los intereses de Estados Unidos y repeler la expansión económica de China y Rusia en nuestro propio hemisferio, queriendo decir que Estados Unidos es la super potencia dominante y protectora de la libertad y la democracia en todo el mundo.
La perspectiva de una política aislacionista bajo Trump, incluso la posibilidad de una retirada de Estados Unidos de la OTAN y el mayor debilitamiento de la alianza occidental, la confrontación con China y una guerra arancelaria con gran parte del mundo, es poco probable que haga que Estados Unidos u otros países sean más seguros. Además, el continuo aumento de los movimientos nacionalistas de derecha en Europa bien puede conducir a una mayor erosión del apoyo a un orden internacional del que Estados Unidos a menudo se ha beneficiado.
Sin embargo, el gobierno saliente de Biden, sigue insistiendo en integrar Ucrania en la OTAN, o hacerlo miembro de facto de la OTAN, eso es inaceptable para los rusos, que es una amenaza para su supervivencia.
Es importante decir, que las personas delegadas por Trump, para tratar con Ucrania y Rusia, han aplaudido la administración Biden, por aumentar la ayuda militar a Ucrania, argumentando que eso le daría a Ucrania y a occidente mayor poder en la mesa de negociación, vale resaltar que Keith Kellogg, es el encargado de hablar con Ucrania y Rusia, por lo tanto, no hay diferencia entre lo que ha hecho Biden y lo que Trump propone hacer. La única posibilidad de que haya un cambio radical en la política después del 20 de enero es que Trump, abandone las políticas que sus asesores como: Kellogg, Waltz y Rubio están impulsando, y en su lugar adopte o ponga en práctica su propia política de cómo tratar con Ucrania. A mi juicio creo que es extremadamente improbable, y se resolverá en el campo de batalla.
Trump llega a defender sus propios intereses y los de su país. Con una mirada puesta en América Latina, y ejercer presión para pedir que le den la espalda a China y abandonar los logros que ve como la amenaza más grande.
El comercio de América Latina con China ha crecido de $18 mil millones de dólares en 2002 a $480 mil millones de dólares en 2023, y Beijing se ha convertido cada vez más en un inversor clave en proyectos de infraestructura que incluyen puertos, transporte público y redes eléctricas. Su principal preocupación es alejarlos de los activos civiles y militares más sensibles de la región, que ven como una grave situación de seguridad nacional.

Si Washington, pudiera dejar de lado su obsesión por "competir con China” el potencial de cooperación entre los dos países podría ser aún mayor, y haría de América Latina más competitiva, a pesar de todo, China sigue los principios del respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación de beneficio mutuo para aumentar su relación con los Estados Unidos.
En los intentos de tumbar a Maduro se comprobó que no es tarea fácil, además hay miembros del partido republicano que son más proclives a un buen entendimiento con Maduro, con la mira puesta en la política migratoria y el petróleo.
Lo cierto es que Trump y otros presidentes salieron a respaldar la oposición venezolana, pero ellos lo hacen para la galería. Maduro sigue en el poder, con el respaldo de las potencias (comerciales) occidentales. Quienes mantienen ese privilegio es Estados Unidos de la mano de la petrolera Chevron, la cual Maduro le renovó contrato por 15 años, igual la empresa española Repsol, la italiana ENI, sabemos que Giorgia Meloni, no es partidaria de Maduro, sin embargo, ella quiere tener sus intereses ahí.
Por eso la discrecionalidad de Donald Trump con el tema de Venezuela, de esta forma se entiende con claridad por qué el pataleo y amenazas de la oposición colombo venezolana.
A pesar de los mensajes públicos su administración trabajará con Maduro, aunque nada es descartable, un golpe de estado patrocinado por Washington.
Mientras Trump asume el cargo, es difícil adivinar si sus acciones bajarán la temperatura internacional o la elevarán, su táctica de imprevisibilidad puede llevarnos a la paz o a la guerra, la pregunta es quién gobernará, el pueblo o los nuevos aristócratas que tiene Trump en su gabinete.
La idea de Trump recogida después de la segunda guerra mundial, que ha convertido a los estadounidenses en hacer creer que Estados unidos es un país poderoso, sino que es el único país poderoso, que no es sólo una superpotencia, sino la única superpotencia, es la denominación de hegemonía.
Por Edvards Mercado
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