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Los perdedores del 10 de enero fueron los fascistas latinoamericanos

Actualizado: 12 ene


Mi abuela decía: “cuando vayas a atravesar la calle, mira ambos lados.”


Si revisamos lo que ha sucedido en Venezuela, en estos últimos años, encontramos que han existido grandes movilizaciones en las calles y convocatorias a elecciones populares, como también distintas participaciones y manifestaciones de la oposición, gracias a fuertes organizaciones cívicas y sociales de bases.

En las dictaduras, no existe este tipo de convocatorias, a pesar de todo, Venezuela, convive con cinco poderes públicos: el ejecutivo, el judicial, el legislativo, el poder popular y el poder electoral; en la asamblea de diputados hay una oposición que se encuentra representada, eso significa vida democrática. En su juramentación, el presidente Maduro a propuesto convocar a todos los sectores sociales, políticos, y económicos del país para promover una gran reforma constitucional para democratizar al país, eso se llama democracia. Por lo tanto, Maduro no cabe en ninguno de los cánones de dictador.

La vergüenza de la derecha colombiana y venezolana ha caído en enorme desprestigio con los resultados electorales y el espectáculo fanfarrón en contra de la voluntad del pueblo venezolano, deberían dejar de ser crueles, respetar, y no manipular la defensa de la soberanía venezolana, escudándose en el concepto de libertad, intimidando con la falacia y la propaganda que promueven desde los medios de comunicación.


Antes de deslegitimar, hay que conocer un poco la historia que tiene el pueblo venezolano en su sistema electoral, que ha sido reconocido como uno de los más seguros del mundo, el centro Carter lo reconoció por su triple seguridad e inviolabilidad del voto.

La oposición prefirió llamar la atención de la comunidad internacional con unos resultados que no se verificaron directamente con el Concejo Nacional Electoral, y no atendieron en su momento el llamado del presidente Maduro, para encontrarse delante de la juez que daría los resultados oficiales y no hicieron presencia en el CNE.

Pero, este jueves se les ocurrió una supuesta detención para llamar la atención de la comunidad internacional, del gran fracaso en su convocatoria, muestra y reprueba que dicha votación pasada no es real, porque la convocatoria del 9 de enero de la oposición fue nula.

Si todo fuera como lo ha dicho la oposición venezolana, el New York Times y el Washington post, todavía estuvieran haciéndole despliegue publicitario. Sin embargo, hay que reconocer que al no dar a conocer las actas Maduro se equivocó, no corrigió.

El problema deben resolverlo los venezolanos sin injerencias externas y sin amenazas.


La oposición más fuerte que tiene Nicolas Maduro es la derecha colombiana, encabezada por el uribismo, y María Corina, es el nuevo títere venezolana del expansionista y violador de la soberanía de los pueblos, Uribe Vélez.

Esta señora no es una persona coherente, carece de jerarquía cerebral, para liderar cualquier proyecto social, no tiene rigurosidad, los medios encargados de promoverla son los mismo que la ayudan a corregir su estupidez. La oposición necesita renovación.


Los perdedores del 10 de enero fueron los fascistas latinoamericanos y la oposición inteligente que recibe asesoría de Álvaro Uribe Vélez, quedaron invocando al nuevo secretario de estado de EE. UU., para que los inspire a promover nuevas sanciones, en contra de Maduro.

 

Por. Edvards Mercado

 

 

 

 

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