Con La victoria de Gustavo Petro, llegan a su fin años del dominio de la derecha y los partidos tradicionales que han gobernado al país bien o mal. Ahora bien, este es el inicio de una nueva era, que seguro será una nueva etapa para construir un mejor país y una mejor sociedad, donde todos y todas confluyamos en la misma dirección.
Algo claro que quedó en firme con la elección de Gustavo Petro, fue que aun con los señalamientos que se le hicieron en campaña, no pudieron destruirlo como querían los oponentes, ya que Petro contó con un masivo apoyo de gran parte de la sociedad colombiana que estaba molesta por todo lo que, por décadas, venían realizando los antecesores en la presidencia que asumirá el próximo 7 de agosto.
Por su parte es importante resaltar el trabajo y el compromiso adquirido por la actual vicepresidenta electa Francia Márquez, quien hace que este triunfo sea más relevante, teniendo en cuenta sus orígenes, logrando una votación muy influyente con los Nadie y las Nadie como ella lo comentaba durante el periodo de campaña, además de esto, cabe destacar que en esta oportunidad se batió un récord en el país en cuanto al número de sufragantes participantes en una elección presidencial con un 58,09 %, que sin duda da un parte de tranquilidad por el aumento de las personas que querían una transformación Social, Política y Publica para el país.
Gustavo Petro recibe un país con índices de pobreza y hambre de casi 22 millones de colombianos, cosa que no va a cambiar de manera radical, sino que se hará de manera paulatina y durante el proceso de gobierno del mandatario.
Por otra parte, cabe destacar que el gobierno de Gustavo Petro buscará resarcir y dar una esperanza a esa sociedad convulsionada por los asesinatos sistemáticos de líderes sociales y ex guerrilleros, además permitir que el campesinado retorne al campo a hacer lo que está acostumbrado hacer, cultivar la tierra con productos de la canasta familiar y no con plantar hoja de coca para su sustento.
Colombia con la llegada de Gustavo Petro, seguirá siendo ese socio estratégico de los Estados Unidos en su lucha contra las drogas, pero también en la problemática del medio ambiente en lo que tiene que ver con el cambio climático y especialmente el efecto invernadero que sopesa la sociedad mundial y ante todo en nuestra región de la Amazonía. También el gobierno de Gustavo Petro fijará su posición con respecto al apoyo militar y estratégico en la alianza con los EEUU, siendo muy relevante su actuar fuera de la OTAN con la participación de ejercicios militares y tácticos en conjunto, que ya habían sido reglamentadas por el actual gobierno de Iván Duque.
Sabemos de antemano que será un camino bastante espinoso para Gustavo Petro, por no contar con la mayoría en el congreso, pero seguros que buscará el consenso de todas las fuerzas, para lograrla y que de esta manera puedan tramitarse las grandes reformas profundas y de lo fundamental que requiere el país para su transformación social, política y gubernamental de manera urgente.
La capacidad y conocimiento de país que posee Gustavo Petro y de cómo se trabaja para lograr los acuerdos que se tramiten y luego se aprueben en el congreso, tendrá un valor preponderante en toda esta etapa de renovación para Colombia, y a sabiendas que la derecha, que es encabezada por el Uribismo en el congreso, seguirá buscando no desfallecer para seguir dando lidia en los siguientes 4 años de gobierno progresista de Gustavo Petro.
De manera sustancial Gustavo Petro y el Gobierno de los EEUU, priorizaran la reglamentación de los acuerdos de paz como fueron pactados y el afianzamiento de la JEP; este punto será trascendental y de suma importancia para el gobierno de Petro y la administración Biden, quienes aseguraron que harán hasta lo imposible para que se cumpla lo pactado en la Habana, a fin de consolidarlo y darle al país el rumbo que requiere y, sobre, todo a la población víctima del conflicto y marginada por los gobiernos que en décadas no tuvieron ojos para esta población.
Por: Haders de J Mercado
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