Las concentraciones masivas del Primero de Mayo en Colombia, conmemorando un año más del Día del Trabajador, contó con la presencia del presidente de Colombia; y en ellas, deja una reflexión que puede ser la alternativa que garantizará el futuro del progresismo en Colombia y su dinámica política del devenir soñado de cambios y transformaciones; dado que Gustavo Petro, con su carisma, gran poder de convocatoria para sacar al pueblo a las calles y elocuente estadista, pasará a la historia como único referente de la izquierda, pero se nota en su discurso la profunda angustia y molestia que está solo; luchando contra una maquinaria vetusta que no permite cambios a las reformas y sin un partido de vanguardia ideológicamente estructurado y cohesionado que lo respalde, y que sea de vanguardia nacional, con líderes vanguardistas.
Por otro lado, se observa a un pueblo desorganizado que camina por el llamado de su único líder. Se ve un pueblo privado de formación política que deja la carga a un líder que lleve la batuta por un país entero, no es suficiente, no existe una varita mágica para medir como el pueblo raso está evaluando este proceso.
A falta de esa estructura ideológica es importante lograr un consenso fundamental, que obligue urgentemente a la izquierda, partidos o movimientos afines, juntarse en un partido único progresista que le de confianza al presidente y que respalde el acuerdo nacional, para proyectar las transformaciones del país y no el marasmo de la violencia y la desigualdad social.
Es una obligación sine qua non en esta coyuntura, las distintas vertientes del progresismo representadas en el Pacto Histórico, sean capaces de alcanzar acuerdos sobre cuestiones fundamentales, a pesar de la gran polarización existente, hablar con verdaderos partidos o movimientos ideológicos, haciendo un ejercicio intelectual y académico que promueva la organización y nuevos liderazgos, modelos, estrategias y el lenguaje que se implementará; fortalecer consensos y concertaciones hacia el futuro del Partido Único.
Un Partido Único Progresista, demostraría ser mucho mejor cuando los partidos políticos hacen acuerdos sobre lo fundamental y logran mejores consensos que los modelos multipartidistas tradicionales, esto garantiza lealtad al partido y la victoria en las próximas elecciones y pensar a largo plazo, siendo esta la única manera de lograr un cambio profundo en una sociedad en desarrollo.
La tarea del Progresismo como partido único tiene sus desafíos, que son lograr un consenso entre la gente sobre el camino a seguir para el país, entender y comprender las fortalezas que tiene y buscar formas de aplicarlas a una sociedad polarizada como la nuestra, por lo que no estamos ante un proceso homogéneo ni lineal, sino que somos contendientes sujetos a la correlación de fuerzas en la vorágine de la transición.
La presencia y convocatoria del presidente demócrata, Gustavo Petro, en la movilización del 1 de mayo, deja claro al poder popular, a la intelectualidad y a la academia, lo importante de su involucramiento para los acuerdos fundamentales y no solo acuerdos entre políticos profesionales, para que el país continúe en el ostracismo y no avance, el horizonte esta casi que definiendo las próximas elecciones.
El acuerdo nacional es la única manera de lograr un cambio profundo hacia la modernidad y el Partido Único la salvación del progresismo.
Por: EDVARDS MERCADO.
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