El cambio climático no es un invento de los científicos o políticos, es un problema serio.
Los cambios climáticos hacen parte de los ciclos de nuestro planeta, desde el 2021 se dieron temperaturas récord en América del norte, el sur de Europa y Asia Central.
Esto ha permitido a las autoridades económicas evalúen lo que dejan estos fuertes calores y lo que deja no es nada alentador para las economías. Si bien sabemos que el costo de los alimentos ha aumentado por la inflación y los precios pueden aumentar aún más por las fuertes olas de calor que afectan los cultivos, las sequías están afectando a una gran parte del continente europeo por la baja de las corrientes de los ríos, muestra de ello es la sequía de los embalses en España que abastecen un 30% de la agricultura en los últimos años, los ríos en Francia, Alemania, Suiza e Italia, por falta de agua limitan el paso de grandes embarcaciones que suministran alimentos y otros productos.
La fuerte ola de calor ocasiona grandes y masivos incendios forestales arrasando miles de hectáreas productivas que afectan la economía agrícola y la economía en otras esferas, reduciendo la actividad laboral a través de mayores tasas de mortalidad, enfermedades o menor eficiencia.
Algunas veces pensamos que la escases de trigo proveniente de Ucrania, está causando el hambre en el mundo. Hay que decir que Alemania y Francia producen el doble del trigo que Ucrania, en términos de volumen, la comunidad europea es el mayor productor de trigo en el mundo seguido de China, India, Rusia y Estados Unidos.
La sequía en el hemisferio Norte, afectará al cultivo del resto de cereales y de forma dramática al mercado alimenticio mundial; eso quiere decir que hay que preparar los bolsillos.
Como hemos visto en imágenes, el impacto de las olas de calor actuales en la producción de cultivos es complejo porque depende de la clase de cultivos y la ubicación geográfica, la resequedad del suelo o estrés por falta de agua y el calor están reduciendo el rendimiento de los cultivos de cereales en media Europa, esto al final profundizará la crisis del costo de vida.
Los países más afectados son: España, Francia, Italia, Alemania, Hungría y Portugal.
Todo lo dicho demuestra que Europa no está preparada para lo que los científicos han estado advirtiendo durante 3 décadas y las altas incidencias de las olas de calor afectaran el suministro de agua, la falta de agua ha reducido o suspendido las operaciones de producción de energía hidroeléctrica y termoeléctrica en todos los países terminando de agravar la crisis energética en el viejo continente.
La escases de agua también afecta las plantas nucleares que una de ellas redujo la producción de uno de sus reactores, debido a la alta temperatura del agua en el rio Garona al sur de Francia.
No solamente los europeos no están preparados para estos fenómenos climatológicos de incendios forestales, olas de calor y crisis energética, todo esto debería llamar la atención a los latinoamericanos especialmente a los colombianos sobre lo que está sucediendo en el otro lado del mundo.
En Colombia hay que cuidar el agua, los páramos, las fuentes de agua que hacen verde a nuestro país, ahorrar agua y utilizar este recurso de manera más eficiente.
No permitir el fracking de compañías extranjeras que acaban con nuestros recursos y dañan los afluentes como lo hacen las petroleras americanas y canadienses.
Parar la explotación minera en el cerrejón que han perjudicado a los wayuu y acabar con la minería ilegal en todo el país.
Tener en cuenta que toda el agua de Colombia tiene su origen fundamentalmente en las selvas que la rodean y termina siendo los grandes ríos que llegan a la Orinoquía y a la amazonía.
Es la selva amazónica la que le permite la vida a Colombia y también a la humanidad.
Por. Edvards Mercado.
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